martes, 30 de septiembre de 2008

fragores extrasensoriales. experiencias imaginarias con peyote de a dos


Me desconecto. Me hundo, me fugo, por el trapecio del tiempo y del espacio. Muerte temporal, vacío de la mente, entereza del cuerpo.Mi cuerpo sigue ahí pero la experiencia es extrasensorial, súper sensorial, extra corporal, intercósmica, ultracósmica. Sin medidas, no hay palabras para describirlo. Te veo, muerto, sobre tu cama, en el dos mil cuarentaicinco, me veo, en tu tumba, llorándote. Pero ahora todo es maravilloso, brillante, resplandeciente. Veo nuestros cuerpos unidos, en la luz. Tu amor, el mío.lluvia...de estrellas. Mi cuerpo se triplica y siento que entra un mar dentro. Un río de dulce me recorre, tu me sigues a través del Infinito, yo merío y mi risa es infinita también, como aves miles que parlotean.Y continúo riendo, río, río, mientras tú me desnudas y sonríes, probando el fruto de mi vida. Ahora no te veo más muerto, desde que sonríes eres un desierto en mí, un inconmensurable desierto de sal. Y yo soy dulce, y juntos nos volcamos en aguas profundas, de risas y amor. En esa profundidad es donde siento tu contacto. Eres una oleada fría de contención. Mi cuerpo ya ha dejado de crecer y el tuyo lo contiene. Mi conciencia aún viaja en creces al espacio. Nunca más volveremos a ser iguales, porque nunca más volveremos a la vida. Absurdo, me dices, preocupado. Me incorporas, o eso parece. Has bebido demasiado, o yo. Da igual, sabes que sólo me divierto. Sé que estoy contigo. Tú lo eres todo. Sé que somos uno y que nunca nada podrá separnos ni quitarnos esta experiencia de ser un sólo Ser en un Infinito océano cósmico, unidos en cuerpo y algo por algo más allá de nosotros, más poderoso y sublime.Llámenlo Dios o cómo sea, tú y yo lo sabemos,somos cuerpo, somos alma, somos Uno y Todo.

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