viernes, 17 de junio de 2011

¿Quién sos esta noche?

Hago un retroceso de hace unos minutos y llego a la cañada. Esa delgada línea en el suelo cordobés. Esa línea que, yo pensaba, nos unía. Y probablemente fue así. Siempre sentí que nos unía. Por geografías, por deseos, por amistad, por rinconcitos, por veredas, por asientos, por hojas y árboles, por esperas.
Nos unía. Lo pienso en pasado. Hubo una escisión. No sé cuándo. Pero la hubo.
Probablemente si trazamos paralelismos, esta sea la Colón. O la 27 de abril, o cualquier otra. Como si se tratara de una cuestión de territorios.
Es algo animal. Como siempre lo fue... Territorializar es algo animal. Siempre nos hemos territorializado, desde que nos conocimos. He aprendido a hacerlo de tu forma y creo que vos te has adaptado, quiero creer, a la mía. He aprendido mucho de tu comportamiento animal.
Creo que es una de las cosas que más he deseado en tí. Tu animalidad. Tu vos simple y primitivo, y a la vez complejo y agudo. Sospechosamente salvaje.
Ahora te extraño. Te estoy extrañando, sí, como dije que iba a hacerlo, seguramente. Es que me conozco mucho.
Y vos también me conocés mucho. Me siento desnuda. Has sabido tanto de mí, y yo creo conocer poco de vos y eso me hace sentir terrible.
I'll always want a hug from you.
No tengo que llorar. Me prometí ser fuerte y no llorar. Pero te estoy llorando. Estoy llorando ese abrazo que quisiera darte, y ese masaje que quería regalarte. Y tus manos y tu pelo y tu cuello con aromas a monte.
Y pienso que nunca más voy a olerte ni tocarte.
O que si cedo no va a ser lo mismo. No va a ser lo mismo nunca. Yo me enamoré de Martín, de ese Martín Alejandro que conocí en Febrero. No de ese Káos que ya no sé quién es.
Ya no sé quién sos. Ya me asustás, incluso.
¿Porqué no pude conocerte en otras circunstancias? Quiero algo, pero no se puede.
Te quiero a vos en mi vida, pero no se puede. No se puede...
Y vos sabés lo estúpida que soy, que he sido. Sabés que te expuse todo lo que soy y que ahora me siento terrible. No, a eso no lo sabés. No te importa, tal vez.
Y yo sigo sin poder resignarme. Te quiero contar tantas cosas. Llamarte y escuchar tu voz diciéndome solsito, y contarte lo que ví hoy, lo que sentí, contarte que vi unas gafas fantásticas, pero vos ni me hablás, así que supongo que seguís enojado y me pongo casi peor, o mejor, no sé. Ya no sé, no sé nada. Sólo sé que quiero estar bien, me necesito. Y si vos no me necesitás, no puedo hacer nada con eso. Sos todo tuyo.
Me duele. Realmente quiero verte, despedirme. Pero sería igual que las otras veces. No tengo el valor para ser firme, porque cuando lo charlamos me ablando y cedo. Pero también me molesta ceder con mis necesidades. Y yo necesito a alguien que me ame y me cuide y vos no sos esa persona.
Así que mi búsqueda seguirá hasta que quizá de con alguien algún día. A veces soy un poco negativa. Demasiado melancólica. Doy mucho de mí a algunas personas. Quizá hice mal.
¿Hice mal en haberte conocido, tal vez? Ya está. Me alegro mucho de haberte conocido. Quiero seguir conociéndote. Pero ahora te sigo amando y deseando y tengo que aprender a sólo amarte. No puedo desearte porque entramos de nuevo en el mismo juego animal que me llevó a estar así, ahora.
Tengo frío. Me gustaba sentirte cerca mío cuando dormíamos juntos. Eso es algo que adoro en una pareja. Maldito invierno, espero que pase pronto.
Espero que vos vivas lo que tengas que vivir. Sea lo que sea que elijas, aunque sabés que no estoy de acuerdo con muchas. Fuck, no puedo dejar de llorar, y mis lágrimas son horribles, amargas.
Y si te molestó haberme aguantado llantos y cosas así, perdoname. Vos nunca me necesitaste, por eso quizá no me entendés.
No sé cómo puede seguir este intento de carta. Intento porque no me animo a mandártela. No sé porqué. No me animo a hablarte por chat, aunque me moriría de ganas de dormir esta noche con vos.
Ayk, te amo pendejo de mierda. Vengo a enamorarme de un tipo como vos, que sos un lobo, un maldito lobo solitario.
Yo te dije, ¿te acordás? Esa noche después de la casa sin fin, "vamos a terminar matándonos". Es esto, me tenés agarrada del cuello. Pero no me voy a dejar vencer, antes, prefiero morir. Ya voy a encontrar el momento de renacer.

No hay comentarios: