sábado, 23 de julio de 2011

Luz de mañana.




Es delicioso despertarse entre espumas de vainillas batidas en río de delfines rosados.
La espuma se arremolina entre mis piernas, mis brazos, sube por mi espalda y me peina la cabeza.

Quizá hoy no despierte. Me agrada ver a todos esos hombres alrededor mío, cuidando de mí, sonriéndome, diciéndome cosas hermosas.

Es delicioso sentarse a observar el sol en el horizonte... blanco, naranja, rosado, amarillo lechoso, Padre, y ahora, alto en la cúpula.

Oh, es muy agradable sentirse mujer. Sentir cada una de tus células respirar tu aroma a jazmines mientras la Luna te dicta secretos de belleza con los ojos cerrados.

Quizá hoy decida seguir dormida, aquí, en mi lecho de pétalos blancos y batidos de nubes arremolinadamente protegida por los brazos de mi amado...

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