Carta ficcional

Querido Gustav,
te escribo esta carta para.... tenía que advertirte algo. No quiero ser cruda, Gustav. Sé lo mucho que gustas de mí. Sé que no puedes dejar de leer este blog desde hace días. Sé que te parezco linda y que trataste de ubicarme en la universidad.
Pero te voy advertir algo, Gustav. Yo no soy una chica que puedas conquistar así, Gustav. No soy la persona que creías que era. Esa era quizá la otra yo, la que esa vez se dejó engañar por ese niño, que no dejó más que asperezas en su cotidianeidad.
No soporto las vueltas, Gustav. No vayamos con rodeo. Yo no te quiero, no gusto de tí, y no voy a hacerlo. En primer lugar, porque no te conozco personalmente. En segundo lugar, o segunda opción, no me parecés atractivo, Gustav. Y no voy a decirte "lo siento mucho", porque no soy hipócrita y no siento eso, realmente, Gustav. No voy a darte la oportunidad de que me conquistes intelectualmente, Gustav.
En este momento de mi vida no estoy para vueltas, muchacho. Sabes que para conquistarme, tenemos que ir a lo concreto. El encuentro personal, querido. No planeado de antemano, descaradamente, forzadamente, en el hall de cualquier cineclub a cualquier horario de trabajo. Eso no funciona, Gustav. (Ahora que me doy cuenta de ello, siento haberte nombrado "querido Gustav", en el encabezado de esta carta)
A mí me sirve que se la rebusquen, sabes? Si quieres verme, búscame en la fiesta del sábado. Pide hablar conmigo a mis amigas y dime: "acá estoy yo, soy Gustav", para que nos conozcamos personalmente! Y-no-trates-de-conquistarme, o "chamuyarme" como sueles decir. Lo mismo que con el chat: no me digas que soy linda. Ya lo sé. O por lo menos, si intentas hacerme sentir bien, dímelo personalmente.
Personalmente es otra cosa. Aprovecha esa situación el sábado. Las personas somos reales, hola. Y si te he dicho a tí o a alguno de no conocernos es para ahorrarme situaciones pasadas.
Sé que pensarás que soy una persona horrible y asquerosa, pero sabes qué? Estoy cansada. Estoy cansada de que intenten hacerme creer cosas. De que intenten seducirme cobardemente. Soy una persona real. Te paso mis horarios y encuéntrame (y veremos) o pidele a alguno de mis amigos el contacto o no sé.
Te dejo un saludo y espero que sigamos cruzándonos por estos medios digitales o como se llamen, cibernéticos, me parece mejor. Es cierto que escribo lindo. Bien...no diría bien. Sino más bien auténticamente. Liberalmente.
Gracias.
Marguerite




(Nota,elnombredeGustavesficcionalynocorrespondealarealidad,puedesersustituídoporcualquiera,incluso,sí,porSU(propio)nombre.)