Monos gélidos

...¡no puedo enamorarme de él!
Estoy hecha un recuerdo en su canto.

Me siento desvestir por manos de artista, siento que es él, que por fin esto tan esperado llega a producirse.


Ah ah ah ah (jadeo)
Yo sé….

Ay ay, por favor, por favor, tocame. Dame un beso. Dale, por favor, no me dejes así, no no, por favor. No te desvanezcas vos tampoco.

Dame un beso, por favor, demostrame que algo, alguito, me amás.
Por favor, que me querés aunque sea.
Aunque sea una florcita, dame.
Dale, una solita, demostrame algo, dale, mi bonito, demostrame algo.,
Estás ahí y no puedo verte, no, no, no llego.
(silencio)


Ah, mi cara en un llanto.
Ah, la sangre que corre en mi rostro.
Son lágrimas sangrientas de tanto llorar.
De tantas noches y días de soles nublados llorando por eso que no tuve.
La Boheme....y yo sin vos.
Esos temas que siempre escuchábamos.
Hoy sin vos.

Esos temas que nunca escuchamos.
Y yo hoy sin vos.

Puedo cantar días enteros y sentirte adentro mío. Puedo pasarme los días en la ventana pensando que vas a pasar. Puedo caminarme toda la ciudad y no voy a cruzarte. Puedo asimismo irme de la ciudad y viajar, caminar kilómetros y, en medio de un campo de girasoles, no encontrarte.
Y puedo saber que tampoco vas a escribirme ni decirme nada.


Nací sabiendo que debía sufrir. No estoy acá para otra cosa que para sufrir. Vine a esta fiesta a sufrir, porque sabía que iba a verlo, que iba a estar junto a él y no iba a poder hablarle. Sabía que iba a venir a nada, a llorar, encerrada, en el baño.
Por que no era él, no es el que yo pensaba.

Cuando espero que llueva para poder llorar en paz siempre tengo presente su cara y sus manos.

La otra mañana me desperté con fiebre. Había estado llorando

He estado llorando por nadie en estos últimos años. No puedo decir otra cosa más que he deseado ser parte tuya desde que te conocí. He tenido esa seguridad del todo lo puedo y he creído verte en cada sueño, sentirte en cada abrazo y oírte en cada susurro del viento. Pero sos un personaje, un personaje, un personaje.
Abriste cada ventana, cada puerta, cada persiana, cada cerradura, cada párpado, cada herida.
Cada una de esas heridas que (vos) abriste (en mí) en mi piel; toda esa sangre perdida, todas esas lágrimas, derramadas, exudadas de mi cuerpo, gris, en un vaivén.
No es mentira que hayas muerto.
No es mentira que hayan caído los muros.
No es mentira que nunca hayas existido.

Y era tu piel la que quise tocar, y eran tus manos las que soñé abrazándome y arrastrándome hacia ti, y eran también tus lágrimas las que ansiaba beber, y era esa el ansia de servirte y de que me dejaras tomarte para mí, que no pude ver que bajo todo eso que quería no estabas vos, estaba tu estampa (imagen).

Estaba tu imagen en mi retina, era tu paso fugaz, en la calle, tus palabras en el micro, tu foto en álbum en alguna casa de alguna persona que quizá conocía.
Era ese el reflejo tuyo en mi espejo, tu reflejo de MÍ vos, de ese vos que yo me creé. Y estas cartas que (yo) (siempre) escribo. Ese vos, que, no creo, que, yo, ya no, no, no existís.
No, vos no existís, porque yo me había dicho que habías muerto pero no, es porque nunca te encontré. Porque es así, que nunca, nunca, exististe, más allá de mi mente y mi imaginación y mi deseo.








(final)

analfabeta de sentido
ciega pudiendo ver.
Analista de la carne,
Temblorosa agonía.

yo soy la proyección de la sombra
la casa abierta
el aposento de la bestia
el refugio del monstruo
la agonía del tirano
la sonrisa del que hace el amor
soy la carta leída por quien no debiera
(me burlo de la muerte, sin embargo, me fascina.)

una vez me desperté pensando que estabas conmigo
pero no eras vos
creo que incluso era sólo yo
solamente yo
ahí, sola
(Elemento= un sifón – suicidio)