sábado, 11 de octubre de 2008

Hay que salir del agujero interior...

Veo...
¿qué son, bichitos?
Veo...cositas que vuelan.
Son de muchos colores. ¿Bichitos?
Cositas.

Que emiten un brillo muy particular.
Algunas cantan.
El fondo azul en donde se mueven es caliente. Como una supernova en explosión.
Se emite tanta energía que se traga a sí misma.
Pero las cositas siguen ahí.
Brillantes, algunas hasta cantantes.
De todos colores.

Una de esas cositas se desprende del resto y de un bólido se acerca hasta mí.
Gira, gira sobre sí misma.
Trata de decirme algo. No canta pero algo trata de decirme.
Gira a una velocidad increíble y tiembla, de emoción.
Las demás cositas han comenzado a cantar, ya no cada una su tema, sino todas juntas.
Flotan, allí, en frente de mis ojos, y sin yo poder tocarlas.
Una de las cositas se desprende del resto y se me pega a la naríz.
Esa cosita me hace cosquillas.
¿Qué será?
Se me acerca al oído, ahora.
Susurra algo que no entiendo.
No logro entenderlo.
Se rié.
Yo canto el tema de las cositas, esa danza ritual cosística, cósmica.
Danzan. Las cositas.
Yo danzo, con el alguri en la naríz.
Canto y danzo.
Floto también, sobre el azul del fondo.

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